miércoles, 20 de abril de 2011

AVES

Las aves volaron y en su trinar la felicidad despertó el silencio de los ríos.
Sus alas en su agitado vuelo levantaron olas de dulzura que llegaban al celeste cielo de las diosas.

Todas ellas se fueron en bandada, como buscando en el mar nuevas mañanas, para dejar de sus picos, las estrellas.

Volvieron las aves y en sus patas llegaron las arenas de la playa para escribir tu nombre entre los ríos, que corren sin descanso hasta el mar donde la luna reposa en sus mareas.

Las verdes montañas de esmeraldas brillan cuando las aves recogen alimentos, para llevar al pico de sus hijos que esperan siempre su abrigo y calor.
Cuando sus pechos agitados van llegando, el coro celestial se escucha entre las alas, como si el cielo dejó sus ángeles volar.

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