miércoles, 20 de abril de 2011

TEJIDOS

Frente a ti busque, tus ojos de hechizante mirada que muda y silenciosa nunca respondió ha mi clamor sentido.

Sin embargo la dulce sonrisa que se escapo de tus labios, flechó con su encanto mis oídos incrédulos que recordaban tu voz de ángel.

Desde entonces no puedo olvidar por un instante el candor melodioso que del fondo de tu alma dejaste escapar al comprender mi angustia.

Mis sueños aumentaron noche tras noche tejiendo en su silencio con hilos de ilusión, los paisajes más hermosos que el mundo pueda tener.

Tan solo con la ambición de correr a ti y entregártelos en tus manos de seda para que los conserves de manera especial.

Tomé en mis manos tu delicada piel la absorbí en cada poro, en cada célula sin dejar escapar ni siquiera un detalle por pequeño que sea del instante vivido.

Hoy tu recuerdo me inspira en cada espacio y lugar que frecuento sin detenerme a pensar por que lo hago de esa manera tan especial, como encantadora es tu sonrisa angelical.

Busqué tu mirada inútilmente en tus grandes ojos de verano que reflejan dos soles destellantes de ternura; pero en cambio recibí en manantiales ríos de sonrisas que invadieron cada espacio de mi cuerpo, que embriagado esta de ti.

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