Como no recordar aquél lugar y momento donde nació de la nada, la semilla del amor en primavera. De tu hermosa boca volaron miles de sonrisas que forman coros celestiales.
Tu rostro de muñeca encantadora es el fiel retrato de la diosa terrenal.
Tus ojos bellos de azabache intenso son dos lagunas profundas de pasión.
Como olvidar la tarde que tus labios se abrieron cual pétalos de rosa, para dejar palabras invisibles sembrando raíces de amor en el alma y corazón.
Tus pies pequeños en la distancia se perdieron dejando las huellas muy marcadas dentro y fuera de mi ser; impregnadas en cada poro de mi piel
Cada día en la mañana, tus recuerdos suplen tu presencia y son ellos quien me llenan con su amor, ternura y comprensión como solo tú, lo haces sin temor.
Tu rostro de muñeca encantadora es el fiel retrato de la diosa terrenal.
Tus ojos bellos de azabache intenso son dos lagunas profundas de pasión.
Como olvidar la tarde que tus labios se abrieron cual pétalos de rosa, para dejar palabras invisibles sembrando raíces de amor en el alma y corazón.
Tus pies pequeños en la distancia se perdieron dejando las huellas muy marcadas dentro y fuera de mi ser; impregnadas en cada poro de mi piel
Cada día en la mañana, tus recuerdos suplen tu presencia y son ellos quien me llenan con su amor, ternura y comprensión como solo tú, lo haces sin temor.
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